20/11/10

Un té

Me tomo un te.
Un 'yogi tea', de esos que cada bolsita trae un mensaje.

Este té me recordó que hace tiempo construí este espacio, que últimamente tengo olvidado.
Como muchas otras cosas que tengo olvidadas y me tomaron un tiempo construir: mi humor, mi optimismo, mi alegría....
Este té me recordó lo fácil que es sonreir, y también lo fácil que es optar por el llanto.

Llevo un mes de locos. Mucho trabajo y una montaña rusa emocional.
Bicicleta de arriba para abajo, pretendiendo que el viento se lleve mi mente.
Patines, intentando que la inercia anule mi mente.
Más tango, casi a diario, buscando que mande el cuerpo, pero cuanto más bailo, más torpe y hermética me siento.

Lo estoy haciendo al revés.
Me lleno de actividades cuando debería vaciarme de ellas.
Busco entretiempos, para no escucharme.

Hoy, casi como un autómata, me visto, agarro el abrigo, las llaves y con lágrimas, abro la puerta.
Salgo a la calle y la lluvia me acompaña.
Y ahora?
Da igual a donde vaya. Tengo que ir(me).
Dejo que las piernes manden. Empiezo a sentirme libre por el simple hecho de no llevar el móvil encima. La cabeza comienza con monólogos sin salida y empiezo a correr. Paro. Sigo caminando y me pierdo en la medida que me voy encontrando.
Sale el sol y lo siento bien adentro.
Paro. Me río. Y entiendo que lo complicado de la situación, lo estoy creando yo.

Vuelvo a casa.
Me hago un te. Y dice: THE MIND GIVES TO YOU, YOU ARE NOT GIVEN TO THE MIND.


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