
En la segunda visita al ginecólogo, casi un año despues de la primera, éste descubrió un centrímetro de cavidad vaginal que en la visita anterior no estaba. Cuenta la leyenda que Mamá pedía a sus ángeles de la guarda que así fuera.
Afortunadamente, gracias a la petición de mamá, sus ángeles y el nuevo centímetro, la opción de la operación estaba descartada.
Escuché con un nudo en la garganta, sentada al lado de mamá e imagino que tomadas de la mano, cómo sería el proceso de dilatación.
Voy a describir el proceso, con algunos apuntes que agrego a esta edad que creo hubieran hecho más 'ameno' el proceso. No recuerdo con exactitud el tiempo que me llevó, no habrá sido más de 5 meses.
La idea es que a través de la dilatación, consigas una profundidad de unos 9 cms sin intervención quirúrgica. Todo a base de presión y cariño. Aunque en ese momento, diría que es a base de presión y mucha rabia.
Remarco que, según sé, la dilatación sólo funciona cuando ya hay 1 o más centímetros de cavidad.
La rutina consiste en acostarte 10 minutos al día y presionar con tu dilatador en la zona de la vagina.
Comienzas con un dilatador pequeño que va aumentando en ancho según los centímetros que vayas ganando.
Acompañas la presión con un gel lubricante y una cremita que anestesia, en mi caso utilicé xilocaina.
Yo miraba la tele, "Friends". Aunque ahora pienso que con una peli porno hubiera sido más sencillo.
La verdad es que no era un trabajo muy agradable, y precisamente por eso, me propuse hacerlo rápido y de forma efectiva. Subía a la habitación de mis padres (ya que compartía habitación con mi hermana melliza), me encerraba con llave, ponía una toalla debajo, prendía la tele y comenzaba.
Recuerdo sentir que era una pared imposible de empujar, sentía rabia y pensaba: "cuanto antes se acaba, mejor".
A veces lloraba, y otras veces, la mayoria, lo hacía con mucha indiferencia, como si estuviese haciendo los deberes.
Muchas chicas me preguntaron si alguna vez me sangró, o cómo saber cuánta presión ejercer. No me sangró (en ese momento), ya que intentaba, a pesar de la rabia, hacerlo con cautela. Al fin de cuentas, es mi cuerpo y no quería lastimarme.
Algunos apuntes:
- De vez en cuando, ponte una peli porno o tócate. La mejor lubricación viene de dentro, no de una pomada, aprovecha la ocasión para conocer tu cuerpo.
- Ponle nombre a tus dilatadores. El que ven en la foto es Pushy Pushy
- Hablalo. Hablalo con tu médico y sobre todo con tus padres o hermanos. Es fundamental. Conociendo diferentes historias, he visto que aquellas mujeres que contamos con el apoyo de la familia, no vemos el proceso como algo traumático.
En mi caso, hubiera sido más fácil si mi hermana melliza hubiera estado al tanto del proceso. Yo sentía vergüenza y por eso no se lo dije, los momentos que recuerdos como malos, no fueron los de la dilatación, sino aquellas peleas con mi hermana porque no le dejaba entrar al cuarto de mis padres.
- Hablalo. Pregunta. Ponte en contacto con mujeres que ya pasaron por esto.
- Sé paciente. Date tiempo. No te sientas culpable, ni te avergüences. Conócete.