27/1/10

Partida



Donde hubieron despedidas y regreso, hay partidas.
En una horas salgo para Buenos Aires y de allí a Barcelona, una de mis tantas casas.

Un año más, me despido con una gran sonrisa que me recorre el cuerpo.
Nini, Pollo, Ali, Edu, Emma. Gracias por desordenar sus vidas durante 45 días. Por integrarme en su rutina y por adaptarse a mis pedidos.

Cierto es que no vamos a tener más que abrazos telepáticos, pero estoy donde quiero estar, y ustedes me dan mucha magia para seguir vagabundeando.

Me resultó sencillo despedirlos con sonrisas, saltos y baile detrás del cristal. En ese momento, como ahora, no pienso en el tiempo que no nos veremos, sino en el que los vi. Pienso en que los estoy viendo. Y voila!

Brindo entonces por un verano de oro y reyes, y así los saludo: con la mochila más liviana y el corazón más y más contento.

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pd: estoy donde quiero estar, y deseo que cada uno de ustedes pueda decir lo mismo. Salud!

25/1/10

Con los pies en el cielo



Esta vez, bajo estos cielos, además del tiempo maravilloso que pasé con mi familia y los pastos nuevos que recorrí, tuve 1 encuentro muy muy especial.
Fue con una vieja amiga, Maria Laura, que la distancia y los prejuicios (propios) nos separaron.
Este encuentro me recordó que es inútil forzar las relaciones, ya sea para acercar o para alejar.
Me recordó, como dice Galeano, que no somos "una pieza de museo quietecita en una vitrina", sino que cada día, con cada experiencia, cada error, cada amor… vamos descubriendo una partecita de nosotros e ignorando otras, y así van saliendo.
Partecitas que hoy se entienden con la partecita descubierta de esta persona, y mañana con la ignorada de esa otra.
Y así vamos, cruzando de acera.
Y estos cruces son los que me están enseñando a perder prejuicios y mucha arrogancia.

Gracias Marilú, por recordarme que los hilos del corazón no entienden de razón.

20/1/10

Regreso




Si hay despedida, hay regreso.
Volvimos de Brasil.
14 hs de viaje en auto. Esta vez sin imprevistos. Será que la luna escuchó mis pedidos.

Brasil fue desconexión. Emma. Chuva. Playa. Mar. Tragedia. Limpieza. Castillos de arena. Revolcón en olas. Caipirinha. Abrazos. Familia. Milho. Compras. Risas. Bikini. Uñas rojas. Comida. Fotos. El sapo pepe. Sobrina. Relax. Lluvia. Arena. Música ao vivo. Coloradas. Más comida. Tragicomedia. Paciencia. Despedia. Salidas a correr. Canciones de niños. Solo 2 noches de estrellas y luna. Dejarse llevar. Instantes mágicos. Impaciencia. Mimos.

Brasil fue pensarte.
Fue familia otra vez.
Fue un quizá demasiado evidente espejo.

Dicen que a la familia uno no la elige. Sin mi familia no sería lo que estoy siendo.
La volvería a elegir. Porque en cada uno de los miembros de mi familia reconozco mis defectos de una forma alarmantemente clara, y reconozco también el por qué mis días están tan llenos de magia.
Acá o allí, la magia, su magia, me acompaña.
Gracias!

13/1/10

La despedida




El domingo se fue Ceci, mi melli.
La despedimos todos en el aeropuerto, bastó con las primeras lágrimas de mamá y ella para que todos aportemos la nuestra mientras bailábamos abrazados en ronda al compás del clásico familiar "todos juntitos, amontonaditos".

Se fue.
Yo la veo en un mes. El resto de la familia no sabe cuándo. Pero todos sonreímos antes de irnos a dormir.

Es común escuchar a la gente decir "no me gustan las despedidas".
Yo creo que a lo largo de los años le voy agarrando gusto.
Supongo que lo hago desde que dejé de decir "se me quedó corto el tiempo/ la visita/ las vacaciones".
El encuentro puede durar 1 año, 45 días o 2 noches, pero no importa la duración si te acompañó el corazón en cada momento.
Es en la despedida cuando, sin querer, haces el balance y lo sabes.
Por eso no hay que esperar a la despedida para saberlo.
Simplemente hay que hacerlo. Durante.

Si te sirve Ces, hoy disfrutamos mucho de la playa, de Emma, de nosotros.
A cada rato te mencionamos con sonrisas. "Emma, y la tía Ceci?".

Sonreí pendeja, que nos espera una vida llena de encuentros y despedidas!
Además, como dice mamá, los hilos del corazón no se rompen nunca.
Y agrego: y cómo nos acercan!

9/1/10

La suerte está echada ?



Qué conclusiones sacar de una sucesión interminable de hechos desechables?

Llegar a Brasil no fue fácil.
Los 1.100 kms que separan mi ciudad de Florianópolis se convirtieron en 2 noches y dos días y medio de viaje.
Pasando la frontera, el auto nuevo de papá se apaga repentinamente. Falla la bomba de la gasolina.
Se arregla, seguimos un largo camino y a pocos km para llegar al destino, nos atropella un auto por detrás. Zas! Pum!
Entre una cosa y otra, sucedieron una apreciable cantidad de hechos que complicaban las soluciones pensadas para los problemas recién surgidos. No dábamos pie con bola.

No tengo una clara idea sobre la 'suerte' o el 'destino'.
Hay quien habla de mera casualidad y quien menciona la irreversible causalidad.
Y pienso: si soy yo quien tira los dados, y los tiro con buena onda, qué me importa el resultado, si disfruto tirándolos?

A veces cuesta reirse. Es cierto. Pero sigues o te paras.
Cada día aprendo a reirme con la suerte y los colmo de los colmos.
No es reír para no llorar ni cerrar los ojos ante una situación, más bien, creo que se trata de aceptar que ocurran situaciones difíciles sabiendo y confiando que cuento con la fuerza para dejar que pasen sin que me arrastren con ellas.
Quizá la suerte es la actitud con que se interpretan unos hechos.

La canción dice "la vida es una tómbola, to to tómbola…"
Nosotros le ponemos alegría a los cartones comprados! (y al auto chocado!)

Beijos desde Brasil!

2/1/10

noche(s) nueva(s)




4 am.
Uno de enero de dos mil diez.
Luna llena reflejada en el río Paraná.

Comenzamos un año nuevo. Pero comienza, sobre todo, una noche nueva.
Es esto lo que me importa.
El cambio de año no hará que mis días sean más o menos prósperos.
Yo sí.

Yo, que me lleno y vacío cada día.
Como en este instante, que me lleno los ojos y el corazón de luna, de verano, de brisa fresca, de invierno lejano, de río, de reflejo plateado y hasta del disc-jockey gritón del boliche de enfrente.

Esta luna es mágica.
Y me está acompañando - ahora -
Qué me importa lo que queda del año!

Feliz nuevo día!

1/1/10

noche(s) buena(s)

hoy sin mayusculas.
(hoy creo que el tamaño de las cosas no representa ni su grandeza ni su pequeñez)

pasamos el 25 de diciembre.
pasamos triunfantes y sin (mucha) resaca.
si bien fui a colegio de monjas, no creo en el nacimiento de jesús por estas fechas pero sí creo, y fervientemente, en la celebración. y para celebrar, los motivos nunca sobran.
(los regalos, no olvidar los regalos!)

afortunadamente tengo un motivo más de celebración, y es que justamente celebrando algo que no creo, conocí un personaje singular que hace dos años no cesa de hacerme reír. Grazzie!

volvamos a la noche buena.

tuve una buena noche buena.
con la familia y tres grandes amigos.
qué poco se necesita para ser feliz: amigos (no subestimar la palabra), una escalerita donde sentarse, fernet con coca cola y el río paraná de fondo.
y nos dieron las 5 y nos encontró el amanecer.
los 4 nos fuimos a dormir con el corazón contento.
y afirmando.
sí, es posible.
nos vemos una vez al año y parece que el tiempo no pasa.
quizás estamos con más canas, o más gordos o más lindos o con más arrugas.
pero todos tenemos la sensación que la última vez que nos vimos, fue ayer.

y eso me reconforta.
porque al volver a posadas me siento de "acá nomá", y creo que es así gracias a la familia y los amigos que te regalan o prestan lo que dejaste acá tiempo atrás, para que lo uses, para que te sientas cómoda, y luego, al irte, se lo vuelves a dejar.

sí, yo soy la gente que llevo dentro.



gracias!!!