29/11/15

Prison break o la ilusión de una fuga

Mi hermano, hace muchos muchos años atrás, me dice que la vida es una carcel, que lo que tenemos que intentar es acondicionar nuestra celda lo mejor posible.

En su momento creí que era una afirmación bastante exagerada.
Hoy, la vida me pone en una situación donde me obliga a cambiar. A moverme.
Si algo tengo claro hoy, es que no puedo quedarme donde estoy. Y no por decisión propia.

Entonces miro a mi alrededor.
Y aparece la voz de mi hermano en off. Efectivamente, todo a mi alrededor, forman las paredes de mi prisión.
Mi huerto, mi piso con terraza, el coche, la bicicleta, la ropa, los libros, mi pareja, mi profesión, este blog, cada palabra que digo o idea que sentencio, la alegría que brindo cada día en mis clases, mi entusiasmo, mis creencias, mi imagen, la hija que tengo y el hijo que anhelo.
Todo lo que hago, me aprisiona.

Y comprendo por qué en momento de máxima crisis, donde "tocamos fondo", encontramos la fe y el entusiasmo.

En ese momento, tenemos la ligera ilusión de fugarnos. Empezar de nuevo. Desechar lo viejo.
Y así comenzamos un nuevo camino sin darnos cuenta, que en cada paso que damos, decisión que tomamos, afecto que ganamos, estamos creando una nueva celda.
Quizá más cómoda, quizá más austera, pero celda al fin.

Pero no todo es tan negro.
Porque la libertad existe.
Y lo sentencio porque la experimento en ocasiones.
La libertad existe en ese abrazo sin expectativas.
En esa sonrisa a un niño desconocido en la calle.
Cuando mirás a tu papa, y ya no ves a tu papa, solo ves a una persona que se  hace vieja.
Cuando bailo y mi cuerpo rie y vibra.
Cuando cierro los ojos, respiro, y no hay pensamiento.

Y descubro, que a pesar de todas las paredes que fui levantando, mi libertad, "Es" ese cerrar de ojos, donde siento la alegría de ser, de estar.

Cómo vivir desde la libertad en la prisión que nos creamos?


La búsqueda de la libertad es la única fuerza que yo conozco. Libertad de volar en ese infinito. Libertad de disolverse como la llama de una vela, que aun al enfrentarse a la luz de un billón de estrellas permanece intacta, porque nunca pretendió ser más que lo que es: la llama de una vela
-Carlos Castaneda - “El Arte de Ensoñar”

ojo

15/11/15

tengo un mundo de emociones

cuando crees que estas segura, o en paz, o centrada, zas! aparece una emocion que parece mas anclada que la anterior que conseguiste desaprender. Soy un barril sin fondo?

bendito aprendizaje.
y no, no hay fondo.

lo que hay son maneras de ver la realidad que nos creamos.
maneras de no juzgarse o de flagelarse.
Y cada manera que escoges, descarta alguna otra.

y asi pasan los días. donde te sales del facebook, donde dejás de ir a bailar, asistir a asados...
y al pasar los días te das cuenta que estas sola. o mejor dicho, que es mejor estar sola que mal acompañada, y de pronto una frase tan gastada, cobra su sentido verdadero y agradeces al anónimo maestro que nos la regalo.

y asi pasan los dias, con emociones que se van o mutan, y otras que aparecen de la oscuridad y te das cuenta, que con las tuyas ya es suficiente.

Y asi pasan los dias y me alejo de aquellas personas que se aburren de si mismas cuando ya se aburrieron de hablar de los demás. Que se conforman con lo que hay. cuando lo que hay, no les gusta.



"Tengo un mundo de sensaciones, 
un mundo de vibraciones 
que te puedo regalar. "


una parodia que no hace reir.... "violencia obstetrica"

La cantidad de relatos de mujeres que han sido víctimas de la la arrogancia y falta de empatía en las consultas ginecologicas, no deja de sorprenderme.

En carne propia, viví situaciones surrealistas en las consultas ginecologicas del sistema de salud publico en Barcelona.
Evidentemente, esto es generalizar, y sabemos, también por carne propia, que aun hay médicos, que tratan a sus pacientes como personas, y no como clientes. Un aplauso para ellos.

Este video intenta ser una parodia. Que poca gracia tiene, ya que la semejanza con la realidad, es espeluznante.

A vos, médico, enfermero/a, o trabajador/a de la salud, si llegaste hasta acá, la próxima vez que estés frente a un paciente, no dejes de pensar que es una persona, y lo que digas o hagas en ese momento, puede alterar su salud de manera positiva o negativa.
Estamos en una situación de vulnerabilidad, y acudimos a ti, porque confiamos en vos. No te quites ese privilegio.

A vos, paciente, mujer, niña, adolescente, si te faltan el respeto en una consulta, no te olvides que el médico o enfermero, es también una persona, que se puede equivocar o está teniendo un mal día, pero que eso no es motivo para que descargue en vos sus frustraciones. Siempre le puedes decir: "Disculpe, con todo el respeto que se merece, la forma en que me esta tratando, hace que quiera salir corriendo!"

Aprovecho a enlazar con otro articulo: "Carta a mi ginecologo" - Si sos del rubro, no dejes de leerlo :)