28/2/10

a pesar de todo.

a pesar de todo, mantengo la alegría.
se me escapó por unos días. no sé a dónde fue.

pero sí sé que volvió. y de qué manera!
y me dio un revolcón.

en estos días aprendí que sólo cuando mis acciones son coherentes con lo que siento, puedo estar tranquila con ellas, porque solo así, me llevan a algún sitio.


En cualquier parte, seda o retrete.

gracias pol por la sonrisa que me sacás con esta foto.

18/2/10

A B R A Z O S

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Me siento abrazada.
Abrazada por la lluvia, por la familia, por los amigos, por los cambios, por las diferencias, por los encuentros, por el amor.

Existen miles de formas de vivir los días. Intento que los míos tengan más de un abrazo. Siempre lo consigo.

Hace tiempo me costaba mucho dar abrazos. Temía la reacción o la mala interpretación en la otra persona. Hasta que una noche le pregunté a la que hoy es una gran compañera de viaje: "Te puedo abrazar?". Recuerdo que me puse roja y me sentí como una niña.
Ella se sonrío, y me abrazó.

Gracias Chechu, porque me mostraste que no hay nada de malo en ir abrazando al mundo. Al contrario!
Ahora ya no pregunto. Solo abrazo. Sin miedo.

Mi corazón manda, qué puede ir mal?

9/2/10

Re-curso




...y me miro largo rato al espejo.
Cuento mis piernas, mis dedos, mis brazos, orejas... todo.
Recorro mi cuerpo con la vista.
Estoy llena de cosas.
De recursos.
Los suficientes para aguantarme de pie con alegría.
Con franqueza.
Con fuego.
Conmigo.


(Te sonrio, y la sonrisa vuelve. Te has fijado que la sonrisa es lo más parecido a un boomerang?)

7/2/10

Cruzando

williamsburg bridge

Noto que me muevo. Que voy caminando. Que voy haciendo. Que voy sintiendo.
No sé a dónde voy. No sé qué hay del otro lado del puente.
Me siento enredada.
No sé bien a dónde me llevan los pies.
Y francamente, no creo que me importe mucho.

Me agarro de las cosas o personas que me hacen sonreir.
Ando inseparable de mi maletín de 'buenos hábitos', donde llevo narices, zapatos de tango, un baño de sales con vela, recuerdos de mi tierra roja, abrazos de mi sobrina, cantitos de mamá, un espejo, piropos, una libreta y un boli, un libro de cuentos infantiles, la bici, chocolate, abrazos...

Las dudas no me molestan, al contrario, me quitan el piloto automático, y lo agradezco.

Los miedos están, e intento dejarlos salir. No quiero ocultarlos. Me cuesta, pero los escucho, los anoto, y luego los leo con una sonrisa, como si se tratara de un chiste o de un poema de amor. No quiero tenerle miedo a mis miedos.

Noto que me muevo.
No sé bien a dónde me llevan los pies.
Y francamente, no creo que me importe mucho.

2/2/10

Rayada



Sí señor. Muy bien dicho. Estoy rayada.
A veces también alunada, pero ese es otro cantar.

Bailamos, Barcelona?