Dime cómo?
No hay casco, ni plato, ni bowl de madera Ikea que te proteja del olvido.
Y lloro.
Ahora comprendo que quizá no es necesario que lo recuerde. Más bien, no es indispensable que lo recuerde para superarlo.
Y también sonrio. Porque llorando, no sólo me limpio los ojos.Queda mucho trabajo por hacer. La milonga recién comienza.
hola! yo también tengo el síndrome, ya tengo 18 y estoy como quiero la verdad! hay que tomarlo como una de las cosas que nos hacen más fuertes, fuimos mujeres antes que todas y no en términos físicos, sino personales, entendimos muchas cosas siendo chicas. así que sí, hay que amar al roki lo más que se pueda, y bancarsela que somos iguales y nos queda tanta milonga!
ResponderEliminarhola anonima! admiro y comparto tu fortaleza! es cierto lo que dices que de alguna manera fuimos mujeres antes. o despues, que mas da! pero con una noción más profunda, o al menos mas 'estudiada' de lo que significa ser mujer.
ResponderEliminarojala yo a los 18 años hubiera pensado siquiera en el sindrome, ya que lo aparte hasta ahora, con 26, que mi cuerpo me pidio sacarlo.
y aqui estoy bailando.
un abrazo!