Me siento abrazada.
Abrazada por la lluvia, por la familia, por los amigos, por los cambios, por las diferencias, por los encuentros, por el amor.
Existen miles de formas de vivir los días. Intento que los míos tengan más de un abrazo. Siempre lo consigo.
Hace tiempo me costaba mucho dar abrazos. Temía la reacción o la mala interpretación en la otra persona. Hasta que una noche le pregunté a la que hoy es una gran compañera de viaje: "Te puedo abrazar?". Recuerdo que me puse roja y me sentí como una niña.
Ella se sonrío, y me abrazó.
Gracias Chechu, porque me mostraste que no hay nada de malo en ir abrazando al mundo. Al contrario!
Ahora ya no pregunto. Solo abrazo. Sin miedo.
Mi corazón manda, qué puede ir mal?
Hola Pau
ResponderEliminarsoy la niña anónima de nuevo. estoy en la clínica en este momento. ayer me operaron y ahora estoy tapada en analgésicos ansiosa, con miedo.
ya pasó lo más fácil, ahora depende de mí. sentí que debía contártelo, por si hay otra niña por ahí que quiera saber que no hay que preocuparse por la operación en sí, sino que hay que prepararse para lo que viene, pero con tranquilidad.
disculpa la poca coherencia, pero los medicamentos me tienen adormecida.
un ABRAZO GIGANTE!
pronto te escribiré más!
Un abrazo a ambas. Los abrazos son espantamiedos, son instantes de paz y contención, donde volver para reencontrarnos.
ResponderEliminarUn abrazo a ambas.
E. Misiones