7/2/10

Cruzando

williamsburg bridge

Noto que me muevo. Que voy caminando. Que voy haciendo. Que voy sintiendo.
No sé a dónde voy. No sé qué hay del otro lado del puente.
Me siento enredada.
No sé bien a dónde me llevan los pies.
Y francamente, no creo que me importe mucho.

Me agarro de las cosas o personas que me hacen sonreir.
Ando inseparable de mi maletín de 'buenos hábitos', donde llevo narices, zapatos de tango, un baño de sales con vela, recuerdos de mi tierra roja, abrazos de mi sobrina, cantitos de mamá, un espejo, piropos, una libreta y un boli, un libro de cuentos infantiles, la bici, chocolate, abrazos...

Las dudas no me molestan, al contrario, me quitan el piloto automático, y lo agradezco.

Los miedos están, e intento dejarlos salir. No quiero ocultarlos. Me cuesta, pero los escucho, los anoto, y luego los leo con una sonrisa, como si se tratara de un chiste o de un poema de amor. No quiero tenerle miedo a mis miedos.

Noto que me muevo.
No sé bien a dónde me llevan los pies.
Y francamente, no creo que me importe mucho.

3 comentarios:

  1. cruzando como ir saltando de piedra en piedra para cruzar un arroyo , y qué vá si nos salpicamos? un poquito es necesario para sentir q tb es importante el camino, tanto como dnd queremos llegar. Nunca sabremos como es ese lugar donde nos llevan los pies,pero algo siempre tira desde el corazón, como un fueguito. Quizás lo importante es caminar es cambiar de estado y encontrarse con todos aquellos y todo aquello q nos hace sonreir y amar y ser. Un abrazo. E.

    ResponderEliminar
  2. definitivamente, señorita Paula, sumerce es un ser bastante especial.

    Sabes eso de enrredarse es una de las experiencias mas raras,pero al mismo tiempo las mas enrriqueedoras, por que de una u otra forma te enseñan, a diferencia tuya, a mi me pasa creo que todos los dias, que chiste que aun parece que no he aprendido a amarrame los zapatos, pero bueno el hecho de que estemos aki donde estamos nos ha enseñado que aunque en ocasiones tengamos sensacion de desorientados, tambien es cierto que esas desorientaciones han hecho que lleguemos, al lugar indicado en la hora indicada.

    Sabes que es lo mas bacano de todo, que al leerte me doy cuenta que vas mas alla y que ya sabes que los tesoros los tienes a la mano como tu nariz de payaso, je je y eso es lo que cuenta, ¿no?

    Paula, de todo corazon un abrazo gigante.

    Como siempre te lo he dicho, aunque no las tengan en cuerpo presente ustedes son mi gran familia.

    Por ultimo te tengo que decir que aun estoy como enrredada, pero sabes que es lo feo que aun no encuentro la punta del cordon, pero al mismo tiempo se que no la encontrare sino hasta que sea el momento.

    lina
    colombia

    ResponderEliminar
  3. y mientras vas caminando, alredeor de tus pasos hay luz, se cuela por entre las vigas del techo y las barandas que tratan inútilmente de ponerle un límite al puente.
    Y en el otro extremo hay soles y lunas, hay nubes, hay lluvia, hay noche y día , hay frío y calor, hay estrellas, hay sonrisas boomerang, hay caminos rectos, con recodos, con rotondas, con bifurcaciones, con encrucijadas, con paradores amables, y ... hay más puentes...
    y como decía tu bisabuelo albino nicoló, piano piano si va lontano...
    mom

    ResponderEliminar