14/12/10

Forzar, no. Fluir

El jueves pasado, salgo para una milonga y zas! Rueda trasera de la bici pinchada. Desempaco y con tranquilidad agarro el subte. Voy a Bailar, pero al salir pensé: hubiera preferido no venir.

Sábado, a 10 minutos de llegar a otra milonga, zas! Rueda delantera de la bici (otra) pinchada.
Me bajo, y con tranquilidad, emprendo el camino de vuelta a casa. Caminar por Barcelona a las 12 de la noche acompañada por la luna es una regalo donde el frío es el envoltorio.
Pensé mirando al cielo: ¿me querés decir algo?

Y volví contenta, ya que esos dos pinchazos avalaron mi decisión de alejarme del tango.
Sentí alegría y alivio con ese segundo pinchazo, comprendí que no me alejaba del tango por el tango. Comprendí la facilidad y rapidez con la que uno se miente.
Y sonreía.

Está clarísimo: cuando se pincha una cosa, se infla otra.



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Forzar, no. Fluir.

Recién bajé un momento a respirar la luna.
Es más sabia que yo, y sé que me está guiando.

Sé que lo mejor para mi está ocurriendo. Doy las gracias.
Subo a casa y deposito en el buda de los buenos deseos: "Me rodeo de gente feliz, porque yo estoy feliz"

6/12/10

VACIADO

Días de vaciado. Aprovecho los días de puente para hacer lo contrario a lo que está haciendo la mayoría: nada.

Nada de cumples, nada de tango, nada de bici, nada de patines, nada de hacer cosas porque a otros les gustaría.
Este puente soy bien bien egoísta, y me lo dedico a mí.

Me doy espacio para pasear, para mis baños de sal, para reir y bailar sola, para limpiar la casa de malas ondas, para plantar jacintos y sobre todo, para llorar.

Hace tiempo que no me regalaba días así.

Cada día suelto varios lagrimones. Pero cada día también me parto de risa.
No estoy triste. Es más, con cada llanto me siento mejor, más vacía.

Aprovecho que tengo la casa de mi hermana sin mi hermana, y me refugio ahí.
Cada vez que entro me sonrío viendo una postal que envié hace tiempo:
"¿Sabés qué se festeja hoy? El día de las sonrisas!!!"

Me miro al espejo y me digo: TAMBIÉN SOY HERMOSA CUANDO LLORO...

5/12/10

En analógico
























Hoy me cuesta levantarme, después de una noche dura, llena de preguntas, de dudas, de "qué se yo"...
Pan lactal con dulce de leche. Pillo el club del chiste en la tele. Empiezo a animarme. El humor, infalible remedio.

Hace frío, llevo un pullover hecho por mamá, parece que esa lana abriga más que cualquier otra, claro, lleva amor. Unos calcetines con cinco dedos y ojotas para rematar la elegancia.
Días de esos, pa meterse dentro de uno.

Agarro la carpeta (llena de polvo) de negativos. Hace unos días se me rompió el disco duro, y horas de escaneado se fueron al garete.
Preparo el chiringuito: mate, lupa, guante, escaner, tangos, josé larralde y termino con drexler.

Me sonrío, a veces con cierta tristeza, por los buenos tiempos que pasaron.
Esa melancolía dulce que te atrapa cuando ves (y sientes) que tu vida está llena de amores, viajes, mudanzas, amigos, distancias, magia, cámaras, sonrisas, sorpresas, risas, tristezas algunas....

Días de esos, pa meterse dentro de uno.
Pa recordar, como dijo Benedetti, "que nadie establece normas, salvo la vida".
Y que parte del juego, es dejarse llevar.

Brindo por la magia que me acompaña cada día.
Gracias a todos por acompañarme, y me doy las gracias, por dejarme acompañar.