mis miedos son una ficción.
mis vergüenzas. mi falta de energía.
mis prejuicios.
mi verruga plantar
también es una ficción.
aunque duela.
el dolor es una ficción.
por momentos
mis ficciones se adueñan de mi realidad.
la abofetean.
la boicotean.
hasta tal punto,
que me pongo patas para arriba
y mi realidad se convierte en ficción.
en inaccesible
en un "me gustaría"
en lista de propósitos.
es absurdo!
me enfado al pensar
que me enseñaron
a olvidar
Pero eso también es una ficción.
y vuelvo al mismo punto.
donde lo verdadero no se piensa.
no se escribe.
no se putea.
no se alaba.
no se copia.
Silencio, por favor.
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