20/6/15

unas locas ganas

y de repente te entran unas locas ganas de escribir.
elegis el lugar: terraza rodeada de tus plantas que cada dia se hacen más grandes y agradecidas
Te preparás un té.
Encendés la compu y dejando que el viento te acaricie le sonreís a las teclas.
Como si esperases que la magia surja de ellas.

Y te das cuenta que no tenés nada que decir.
O más bien, lo que querés decir, es que no hay nada que decir.

Para qué sirven las palabras?

Más atrás, o más adentro de ellas, solo está uno.
Y uno, cuando es verdaderamente uno, no necesita escribirse, ni explicarse. ni manifestarse.

detrás o después o debajo de cada enfado, de cada caricia, de cada miedo, triunfo, fracaso, hay amor.
yo escribo la palabra amor igual que millones de otras personas, y vos, la lees y crees que hablo de otra cosa muy diferente a lo que yo siento que es amor, justo igual que millones de otras personas.

y es entonces cuando creo que mis ganas locas de escribir, son solo mis ganas locas de amar.



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