Falta de sueño. ¿Jet-lag?
Borré un largo post sobre estas idas-y-vueltas que cada vez me gustan más.
Si quiero hablar de algo, es de vos.
Y de mí, por rebote.
Hace algo más de un año pronosticaste: "todo se va a acomodar como tiene que ser. No te preocupes".
Y con eso me fui. Asustada hasta las patas...
Y volví.
Y todo se acomodó, aunque por momentos creía que todo se enredaba demasiado.
Y desde entonces estoy envuelta en esto que soy, que somos.
¿Cómo llegué acá?
Sintiendo.
Con mi cabeza diciéndome que no era lo correcto, y con mi cuerpo escogiéndote sin permiso. "Vendido!" le grité alguna vez.
Te lo escribí: mi cuerpo te eligió antes que yo.
Y me vi desbordada. Metida en 'algo' que no podía controlar. Era inconcebible perder el mando.
Y lo perdí. Vaya si lo perdí! El mando, la vergüenza, las bragas, algún que otro prejuicio...
Y tomo esto como garantía. Porque ¿qué se puede perder cuando se actúa sintiendo? Nada bueno. Se va solo lo que se tiene que ir. Lo que no sirve. Lo que no hace bien. Lo que sobra.
Ahora soy toda una. Y veo, palpo, vivo, tengo, siento nada más que lo que pedí.
Te agradezco a vos, por ser el motivo, y a mí, por ser una valiente que se tira al agua...
No es la primera vez que he estado aquí leyendo, gracias por hablarme. Eres esa magia que algunos como yo necesitan, así que no dejes de escribir nunca. Cuando más triste me he encontrado has sido mi amiga y ahora te lo cuento. Ya pasaré a decir: Hola y gracias... Un beso desde Puerto Rico a Barcelona para mi chica Paula!!
ResponderEliminarHola Dianelis!
ResponderEliminarMuchas gracias! Te mando un abrazo sincero :)
Paula