De pronto, un olor me recordó a F, la estació a C, el asiento a M, la bici senda a R, un escalón a J, la terraza a F#2, plaza españa a G..., y así fui repasando mis amores según los rincones de Barcelona.
Llovía pero yo sonreía recordando besos, abrazos, camas, rincones oscuros, soles.
Barcelona mon amour. Qué buenos amores me regalaste.
Y así iba, pasando del metro al bus, del tren a la calle, caminando como una autómata repasando mi currículo amoroso.
Cuando de repente, ZAS! Tropezón y al suelo. Justo encima de un charco.
Mis cordones (bien atados) se enredaron misteriosamente.
Me levanté de un salto y reí.
Sentí el pantalón húmedo en mi pierna, miré al cielo y le dije: "Sí, tenés razón. Estoy acá"
En un segundo volví al presente.
Me gusta pensar que esos tropezones, son empujoncitos que te da la vida para que no dejes de familiarizarte con el terreno que estás transitando.
Hoy, ahora, es el mejor momento de mi vida. Lo disfruto y lo vivo tal cual es.
Libero mi pasado. Fluyo y camino con una mochila cada vez más liviana.
Gracias universo por patearme de vez en cuando :)
Obra gráfica por Beatriz Concha.
"Mujer de Fuego"
El principio del fuego. T.
El Fuego Sagrado, nos trae este presente.
A Él todo Su Celo, pues en él está la manifestación de la Creación
El Fuego Sagrado, nos trae este presente.
A Él todo Su Celo, pues en él está la manifestación de la Creación
No hay comentarios:
Publicar un comentario