17/4/12

Digamos que estoy de vacaciones...

...pero sin palmeras, caipirinhas ni capoeiristas jogando a mi alrededor...

Tengo la casa para mi. La ordeno, la ensucio, dejo los platos en la pica hasta la mañana siguiente o quizá la noche. O puede que los use y los lave inmediatamente para encontrar la cocina limpia hasta mi siguiente antojo.
Huele a incienso, a aceite de almendras y sabe a frutillas con crema.

Digamos que estoy de vacaciones.
Y hago todo lo que me gusta.
Unas horas por la mañana para el trabajo. Otro tanto para meditar y bailar Shakira o Rosana a todo volúmen. Otras horas para más trabajo físico y baile y abrazos y para verte y maravillarme con lo lindo que te veo. ¡Jamón serrano!

Mis acciones se rigen por mis tiempos. Sin olvidarme de quienes me rodean.

Aprovecho estas vacaciones para hacer una lista de cosas que me hacen bien. Así, cuando crea que no estoy de vacaciones, recurro a ella para que me recuerde con cualquier pequeña acción que mi vida es una vacación.

Me redescubro feliz conmigo misma.
Y a la vez, me acepto en mi tristeza. En mi soledad. Y encuentro una solución para todo.
Y me río, porque los problemas parecen ser las soluciones en sí.

Solo si yo soy feliz, puedo ser feliz contigo.
Solo si yo me amo, puedo amarte.
Solo si yo me respeto, puedo respetarte.

Y sabés qué? me tranquiliza tanto amarte, porque solo puede significar que me amo)



1 comentario:

  1. Tus palabras transmiten madurez, sabiduría y alegría de vivir. La filosofía especial con que afrontas los "problemas" te crece todavía más. Haces lo mejor que se puede hacer... Bailar, reir, soñar con la vida.

    María

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