Viví, y supongo que por momentos aún lo hago, creyendo que soy libre.
Hace un tiempo, ya largo, me di cuenta que soy relativamente libre.
Relativamente libre, no porque no pueda pasear desnuda por la ciudad, sino por mis limitaciones.
Yo soy mi principal carcelero.
Años viviendo para otros. Haciendo lo que creía/creo que es lo que quieren lo demás.
Llevo un tiempito procurando ser libre. De mi misma, claro.
Los resultados son directos, rápidos.
Si hago lo que me gusta, soy feliz.
Si hago lo que le gusta a otros, aún no disgustándome esa opción, no soy feliz ni infeliz.
Si hago lo que me gusta camino libre. Sin reproches, sin prisas, sin culpas.
Si hago lo que le gusta a otros, aún no disgustándome esa opción, camino acumulando reproches en cada paso.
Si hago lo que me gusta soy feliz. Siento claramente la alegría contagiándolo todo.
Para hacer lo que me gusta, tengo que estar en silencio. Frenar el automático y ser.
Difícil.
No tanto por uno. Sino por los demás.
Si hago lo que me gusta asumo las consecuencias de que algunas personas se molesten.
Si hago lo que me gusta venzo el miedo al "qué dirán".
Si lo que hago lo hago por mí, solo así puedo dar lo mejor al otro, porque lo que soy y hago está lleno de alegría, de sinceridad, de espíritu. De mi.
Al final del día sumo las cosas que hice que me gustaban.
Últimamente la balanza empieza a estar de mi parte.
Y lo curioso es que solo yo quito o pongo peso de un lado o de otro.
Muy bueno!!!! hacia tanto tiempo que no pasaba por aquí y es encantador leer tus experienciascrecimientos.
ResponderEliminarEva linda! que lindo leerte! un abrazo veraniego y gracias por pasarte!
ResponderEliminarque lindo blog..... me encanta leer aca xq asi me siento comprendida.... saludos!!!!!
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