2/8/15

ilimitada

Para qué te voy a contar lo que tiene o deja de tener mi cuerpo.
Nos quedaríamos solo en la superficie.

Para qué te voy a contar mis deseos?
Si, exceptuando unos pocos, también son superficiales. Seguramente plagiados de algún cuento de Disney...

Lo único que vale la pena que te cuente, es aquello que no te digo.
Lo verdadero, no se cuenta. No se narra. No se grita ni susurra. Tampoco se escribe.

Lo verdadero se encuentra. Y no lo vas a encontrar antes que lo haga yo.
Cuando lo encuentre, no harán falta este blog ni que te cante las 40.


Cómo nombrar lo ilimitado?

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