Hace unas noches me atropelló la tristeza.
Comenzó como un dolor de cabeza. Bajó hasta la garganta en forma de nudo. Siguió hasta el pecho y se hizo puntada. La obligué a salir de ahí, y bajar al estómago. Estuvo un rato largo dando vueltas. Jodiendo las pelotas.
Hasta que dejé de resistirme y enviarla a diferentes partes.
Me dije, "ok, si estás, estás. Hoy te voy a bancar". Y empezó a recorrer el camino inverso hasta llegar a los ojos y convertirse en llanto.
Lloré un rato, moqueé otro tanto. Pero salió.
Salió tristeza, frustración, rabia.
Yo también soy esto. Y hay mucho más de esto, te aseguro.
Como también hay mucho más de sonrisas y alegría.
Los afectos estamos para acolchonar la caída.
Para frenar en los descensos.
Para bajar a toda velocidad.
Para subir con esfuerzo.
Los afectos estamos para ésto y más, simplemente, porque elegimos estar (aquí y ahora).
Con tus sonrisas, con tus tristezas, con tus rabias, con tus lágrimas... con todo eso y tanto y mucho más que tu tienes, que tu eres,estás ahí y estás aquí y sigues caminando en la dirección adecuada y sigues en tu mundo y en el nuestro porque tu lo has elegido porque los demás lo hemos escogido.
ResponderEliminarabrazos.
María As.
María As. Me gusta ver tu nombre cada vez más largo. Y me gusta leerte. Mucho. Me hace bien y me devuelve las sonrisas. Gracias!
ResponderEliminarTe banco desde lejos, te quiero amiga y te extraño... Paudli
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